¿Cuál es el impacto ambiental de los vehículos eléctricos?

Los vehículos eléctricos juegan un papel muy importante para la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero y partículas nocivas, de tal manera, que la calidad del aire en las ciudades se ve incrementada. Además, también reducen de forma importante la contaminación acústica, lo que hace que las ciudades ganen en calidad y sean un lugar mejor para las personas.

Si bien es verdad que, a diferencia de los automóviles de combustión interna, cuando circulan no expulsan partículas nocivas, sí que generan contaminación en el proceso de fabricación y en la producción de la electricidad que los mueve, si es que no viene esta de energía renovable. De todos modos, las cifras globales son muy inferiores a las que muestran los vehículos convencionales movidos por carburantes de origen fósil. Según diversos estudios elaborados a nivel europeo, y teniendo en cuenta todos los criterios posibles como la cantidad de CO₂ que se emite cuando se produce electricidad o se quema combustible, así como el impacto de carbono de la extracción de recursos para baterías o de la construcción de una central eléctrica, desde su fabricación, un vehículo eléctrico emite de media en Europa casi tres veces menos de dióxido de carbono (CO₂) del que expulsa a la atmósfera un automóvil equivalente de gasolina o diésel.